14 Mar Brecha de datos: qué es y cómo actuar si ocurre
La seguridad de la información es un pilar fundamental en la era digital. En nuestra empresa de gestión documental y destrucción de información confidencial en Madrid, entendemos la importancia de proteger tus datos. Es por eso que hoy queremos hablarte sobre las brechas de datos: qué son, cómo ocurren, y lo más importante, cómo puedes protegerte y actuar si te enfrentas a una.
¿Qué es una brecha de datos?
Una brecha de datos es un incidente de seguridad en el cual información confidencial, protegida o sensible, es accedida o divulgada de manera no autorizada. Este tipo de incidente representa una de las mayores amenazas para la seguridad de la información y la privacidad digital.
Las brechas pueden comprometer una variedad de datos, incluyendo detalles personales como nombres, direcciones, números de seguridad social, datos financieros como números de tarjetas de crédito, información de salud, secretos comerciales y datos de propiedad intelectual.
La naturaleza de una brecha de datos puede variar ampliamente en términos de escala, desde el acceso no autorizado a un único documento hasta la exposición de bases de datos enteras con información de millones de individuos.
Las consecuencias de estas brechas pueden ser devastadoras tanto para las entidades afectadas como para los individuos cuyos datos personales se ven comprometidos. Además del daño financiero directo, las brechas de datos pueden resultar en pérdida de confianza, daño a la reputación y responsabilidades legales significativas.
El término «brecha de datos» no solo implica la pérdida o el robo de información, sino también situaciones en las que los datos son expuestos de forma accidental o ilícita. Esto puede ocurrir a través de varias vías, como ataques cibernéticos dirigidos, la inadecuada configuración de bases de datos y sistemas de almacenamiento, o incluso a través de la negligencia o el error humano.
Independientemente de cómo ocurran, las brechas de datos exponen a las organizaciones a riesgos significativos y ponen de manifiesto la importancia de implementar prácticas de seguridad de la información robustas y efectivas.
¿Cómo ocurre una brecha de datos?
Una brecha de datos es un incidente de seguridad en el que información confidencial, protegida o privada es expuesta, robada o utilizada por una entidad no autorizada. La naturaleza y la causa de las brechas pueden variar ampliamente, pero comparten el común denominador de comprometer la integridad, confidencialidad y disponibilidad de la información.
A continuación, profundizaremos en cómo ocurren estas brechas, explorando los métodos más frecuentes empleados por los ciberdelincuentes.
Spear phishing
El spear phishing es una forma sofisticada de phishing que se dirige específicamente a organizaciones o individuos. A diferencia del phishing general, que es más aleatorio, el spear phishing se basa en la investigación y personalización para ganar la confianza de la víctima.
Los atacantes recopilan información personal o empresarial relevante y la utilizan para crear mensajes de correo electrónico que parecen legítimos y confiables. Estos correos electrónicos pueden contener enlaces maliciosos o adjuntos infectados que, una vez abiertos, comprometen la seguridad de los sistemas internos, facilitando una brecha de datos.
Exploit
Un exploit es un código, una serie de comandos o una pieza de software diseñada para aprovechar una falla en los sistemas de computación, aplicaciones o software. Estas vulnerabilidades pueden estar presentes en el sistema operativo, en el software de aplicación o incluso en los propios dispositivos de hardware.
Los exploits pueden permitir a los atacantes obtener control no autorizado sobre los sistemas afectados, lo que puede llevar a la extracción ilegítima de datos sensibles y, en última instancia, a una brecha de datos.
Malwares
El malware, abreviatura de software malicioso, se refiere a cualquier programa o código diseñado para dañar, interrumpir o realizar acciones no autorizadas en sistemas informáticos. Los malwares pueden presentarse en diversas formas, incluidos virus, gusanos, troyanos, ransomware y spyware.
Una vez que el malware se introduce en un sistema, puede corromper archivos, robar información confidencial o incluso tomar el control total del sistema afectado, provocando una brecha de datos.
Envío, modificación o eliminación de datos personales por error
Los errores humanos siguen siendo una causa significativa de las brechas de datos. Esto puede incluir el envío de información confidencial al destinatario incorrecto por correo electrónico, la modificación indebida de registros importantes o la eliminación accidental de datos críticos.
Estos errores, aunque no malintencionados, pueden tener consecuencias graves, exponiendo información sensible a partes no autorizadas.
Descargas ocultas
Las descargas ocultas, también conocidas como drive-by downloads, ocurren cuando un software malicioso se descarga e instala en el sistema de un usuario sin su consentimiento explícito. Estas descargas pueden ser iniciadas simplemente visitando un sitio web comprometido o haciendo clic en un anuncio malicioso. Una vez instalado, el malware puede facilitar una brecha de datos al permitir a los atacantes acceder a información confidencial almacenada en el sistema.
Contraseñas débiles
La utilización de contraseñas débiles y fácilmente adivinables es una de las vulnerabilidades más explotadas por los ciberdelincuentes. Las contraseñas que son simples, comunes o utilizadas en múltiples cuentas ofrecen poca resistencia contra los ataques de fuerza bruta o adivinanza.
Una vez que un atacante obtiene acceso a un sistema a través de una contraseña débil, puede explotar esta vulnerabilidad para comprometer datos sensibles, resultando en una brecha de datos.
Ingeniería social
La ingeniería social es el arte de manipular a las personas para que divulguen información confidencial o realicen acciones que de otra manera no harían. A través de la confianza, la manipulación y el engaño, los atacantes pueden persuadir a los empleados para que revelen contraseñas, datos financieros o información de acceso.
Estos ataques a menudo se realizan a través de llamadas telefónicas, correos electrónicos o mensajes instantáneos, y pueden llevar directamente a una brecha de datos al comprometer la seguridad de la información.
Leyes relativas a las brechas de datos
En el contexto actual, donde la información es uno de los activos más valiosos para individuos y organizaciones, las leyes relativas a las brechas de datos juegan un papel crucial en la protección de este activo. Estas regulaciones establecen marcos legales que las empresas deben seguir para asegurar la privacidad y la seguridad de los datos personales que manejan.
En la Unión Europea, el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) es el estándar principal en este ámbito, mientras que en otros países existen leyes similares adaptadas a sus respectivos contextos jurídicos y sociales.
Reglamento General de Protección de Datos (RGPD)
El Reglamento General de Protección de Datos (RGPD), aplicable en toda la Unión Europea desde mayo de 2018, establece directrices claras sobre el tratamiento y la protección de datos personales. Una de sus disposiciones más significativas en relación con las brechas de datos es la obligación de notificar a la autoridad supervisora competente sin demoras indebidas, y a más tardar 72 horas después de haberse percatado de la brecha, a menos que la brecha de datos no suponga un riesgo para los derechos y libertades de las personas.
En casos donde el riesgo para los derechos y libertades de las personas sea alto, también se debe notificar a los afectados sin demora indebida.
Esta regulación también enfatiza la importancia de la prevención, exigiendo a las organizaciones implementar medidas técnicas y organizativas adecuadas para garantizar un nivel de seguridad apropiado al riesgo, incluyendo, entre otros, la pseudonimización y el cifrado de datos personales.
Leyes en otros países
Fuera de la Unión Europea, muchos países han adoptado leyes similares. Por ejemplo, en Estados Unidos, la regulación varía significativamente entre estados, pero leyes como la California Consumer Privacy Act (CCPA) y la New York SHIELD Act exigen también a las empresas notificar a los consumidores o autoridades sobre brechas de seguridad bajo ciertas circunstancias.
Aunque estas leyes no son tan amplias como el RGPD en términos de alcance y sanciones, reflejan un creciente reconocimiento de la importancia de proteger los datos personales.
Impacto y cumplimiento
El incumplimiento de estas leyes puede resultar en sanciones significativas, que pueden incluir multas económicas sustanciales que, en el caso del RGPD, pueden alcanzar hasta el 4% del volumen de negocio anual global de la empresa infractora o 20 millones de euros, lo que sea mayor. Más allá de las multas, el incumplimiento también puede dañar la reputación de la empresa, afectando la confianza del cliente y las relaciones comerciales a largo plazo.
Para cumplir con estas leyes, las empresas deben adoptar un enfoque proactivo hacia la seguridad de los datos, que incluye la evaluación regular de riesgos, la implementación de medidas de seguridad física y digital, la formación de empleados en prácticas de protección de datos, y la preparación para responder de manera efectiva ante una brecha de datos.
El conocimiento y la comprensión de las leyes relativas a las brechas de datos son fundamentales para cualquier organización que maneje datos personales. Esto no solo es esencial para el cumplimiento legal, sino también para proteger la integridad y la confianza en las operaciones empresariales en la era digital.
¿Qué hacer si sufres una brecha de seguridad?
Experimentar una brecha de datos puede ser una situación alarmante para cualquier organización. Sin embargo, la forma en que respondas puede marcar una gran diferencia en la mitigación del daño y en la recuperación posterior.
Aquí te ofrecemos un plan de acción detallado para manejar eficazmente una brecha de seguridad:
- Contención inmediata. Lo primero es detener la fuga de datos para prevenir más daño. Esto puede implicar desconectar los sistemas afectados de internet, cambiar contraseñas y claves de acceso, y suspender las cuentas comprometidas.
- Identificación del alcance. Determina qué información ha sido comprometida y el alcance del acceso no autorizado. Esto te ayudará a comprender la magnitud de la brecha y a identificar a los individuos afectados.
- Evaluación del impacto. Una vez que se conoce el alcance, evalúa el impacto potencial de la brecha de datos. Considera las consecuencias legales, financieras y de reputación que podrían derivarse.
- Notificación a las autoridades. Dependiendo de la legislación aplicable, como el RGPD en Europa, puede ser necesario reportar la brecha a las autoridades reguladoras en un plazo específico, generalmente 72 horas después de haberse descubierto.
- Comunicación a los afectados. Informa a las personas cuyos datos hayan sido comprometidos. La comunicación debe ser clara, transparente y proporcionar detalles sobre lo ocurrido, el tipo de datos afectados, las posibles consecuencias y las medidas que están siendo tomadas para resolver la situación.
- Revisión de seguridad. Realiza una auditoría de seguridad para identificar cómo ocurrió la brecha y por qué no se detectó o previno. Esta revisión debe abarcar tanto las medidas técnicas como las humanas.
- Fortalecimiento de las defensas. Basándote en los hallazgos de la auditoría, refuerza tus defensas para prevenir futuras brechas. Esto puede incluir la actualización de software, la mejora de las políticas de seguridad, la implementación de medidas de autenticación más fuertes y la capacitación o reciclaje del personal.
- Monitoreo posbrecha. Después de abordar la brecha de datos inmediata, implementa un monitoreo continuo de tus sistemas para detectar cualquier actividad sospechosa rápidamente y evitar brechas futuras.
- Revisión de políticas de respuesta. Finalmente, revisa y ajusta tus políticas y procedimientos de respuesta a incidentes basándote en las lecciones aprendidas de la brecha de datos. Esto asegurará que estés mejor preparado para responder de manera efectiva a cualquier incidente futuro.
¿Cómo protegerte de las brechas de seguridad?
En un mundo digital cada vez más complejo, protegerse contra las brechas de seguridad es fundamental para asegurar la confidencialidad, integridad y disponibilidad de la información.
Aquí tienes algunas estrategias clave y medidas preventivas para fortalecer tu postura de seguridad frente a las brechas de datos:
- Educación y capacitación en seguridad cibernética. Uno de los elementos más críticos para prevenir brechas de datos es la conciencia y educación de todos los usuarios del sistema, desde la alta dirección hasta el personal operativo. Realiza sesiones de formación regulares para educar a tus empleados sobre los riesgos de seguridad más comunes, como el phishing y la ingeniería social, y enséñales a reconocer y responder adecuadamente a estos ataques.
- Políticas de contraseñas fuertes y gestión de credenciales. Implementa políticas que exijan el uso de contraseñas fuertes y únicas, combinando letras, números y símbolos. Fomenta el uso de gestores de contraseñas y la autenticación multifactor (AMF) para añadir una capa adicional de seguridad, haciendo mucho más difícil para los atacantes acceder a cuentas protegidas.
- Actualizaciones de seguridad. Mantén todos los sistemas, aplicaciones y software actualizados con los últimos parches de seguridad. Los atacantes a menudo explotan vulnerabilidades conocidas en software desactualizado para llevar a cabo sus ataques. Automatizar las actualizaciones puede ayudar a asegurar que se apliquen de manera oportuna.
- Evaluaciones de riesgo y auditorías de seguridad. Realiza evaluaciones de riesgo y auditorías de seguridad de forma periódica para identificar vulnerabilidades dentro de tu red y sistemas. Estas evaluaciones deben incluir pruebas de penetración realizadas por expertos externos para obtener una visión objetiva de la seguridad de tu infraestructura.
- Cifrado de datos. El cifrado debe ser un estándar para proteger los datos sensibles, tanto en reposo como en tránsito. Utiliza protocolos de cifrado robustos para asegurar que, incluso si los datos son interceptados o accedidos de manera no autorizada, permanezcan ilegibles y seguros.
- Control de acceso y segregación de red. Implementa políticas de control de acceso estrictas para asegurar que solo el personal autorizado tenga acceso a información sensible. La segregación de red puede ayudar a limitar la propagación de amenazas dentro de la organización, asegurando que un ataque en una parte de la red no comprometa todo el sistema.
- Respuesta ante incidentes y plan de recuperación. Desarrolla y mantiene un plan de respuesta ante incidentes que incluya procedimientos claros para actuar rápidamente en caso de una brecha de seguridad. Esto debe complementarse con un plan de recuperación de desastres para minimizar el tiempo de inactividad y el impacto operativo.
- Backup y recuperación de datos. Asegura la continuidad del negocio con estrategias de backup y recuperación de datos efectivas. Realiza copias de seguridad de manera regular y almacénalas en una ubicación segura, preferiblemente fuera de línea, para protegerlas contra ransomware y otros malwares.
- Seguridad física. No subestimes la importancia de la seguridad física. Asegura tus instalaciones y hardware contra acceso no autorizado, robo o daño, utilizando medidas como el control de acceso, cámaras de seguridad y alarmas.
- Colaboración y compartición de información sobre amenazas. Participa en comunidades y foros de seguridad para estar al tanto de las últimas tendencias en amenazas y compartir mejores prácticas de seguridad con otras organizaciones. La inteligencia colectiva puede ser una herramienta poderosa contra los ciberdelincuentes.
En conclusión, entender qué es una brecha de datos, cómo ocurren, las leyes que las regulan y los pasos a seguir para protegerse y responder ante ellas es fundamental en la era digital. La seguridad de la información debe ser una prioridad para individuos y organizaciones por igual, dada la creciente sofisticación de los ataques cibernéticos y las severas consecuencias de las brechas de seguridad.