¿Por qué hay que pagar el impuesto de basuras?

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    ¿Por qué hay que pagar el impuesto de basuras?

    Probablemente alguna vez te hagas preguntado por qué tienes que pagar el impuesto de basuras anualmente y sin falta. En realidad, y aunque popularmente sea conocido como impuesto, se trata de una tasa. ¿La diferencia? Que al ser una tasa su importe económico nunca podrá superar el coste del servicio. Dicho de otro modo: como tasa, la tasa de residuos urbanos tiene como objetivo cubrir los costes del servicio de recogida de basuras, pero no obtener beneficio económico. Es una diferencia muy importante.

     

    Tasa de residuos urbanos

    La tasa de residuos urbanos, también conocida como tasa de residuos sólidos, es el importe que los ciudadanos abonan a cambio de la recogida y la gestión de sus residuos domésticos. Pero esta tasa tiene una particularidad, y es que se trata de una tasa municipal en la que cada ayuntamiento decide. Esto implica una variación tanto en el importe como en la existencia misma de la tasa. Y es que en ocho capitales de provincia de España los vecinos no tienen que abonarla. Son los vecinos de Madrid, Barcelona, Valencia, Málaga, Valladolid, Badajoz, Pamplona y Las Palmas de Gran Canaria.

    Al mismo tiempo, y en para las otras cuarenta y cuatro capitales de provincia y demás municipios, la tasa puede adoptar dos formas diferentes. Por un lado, encontramos la tasa de basuras fijas. Son aquellas en las que todos los ciudadanos abonan exactamente la misma cantidad sin considerar los metros de su vivienda, la zona en que habitan de la ciudad o sus rentas. Por otro lado, encontramos la tasa de basuras variables, donde varias o solo alguna de esas variables condicionan el importe que cada ciudadano debe abonar en concepto de basura.

    Sea como sea, la tasa de basuras siempre cubre los mismos procedimientos urbanos. Estos son específicamente la recogida de residuos en sí misma, el transporte de los mismos, su almacenaje en bolsas de basura y también su separación y clasificación para el posterior reciclaje. En ese sentido, todos los propietarios de inmuebles, sean personas físicas o personas jurídicas, están obligadas a abonar su importe. Incluso aunque no utilicen la vivienda. Después de todo, sirve para financiar un servicio que proporciona higiene y salubridad a toda la ciudad.

     

    El sistema de reciclaje en España

    Como decíamos antes, uno de los servicios que financia el impuesto de basuras es la separación y clasificación de los residuos para su posterior reciclaje. Sin embargo, muchos ciudadanos tienen quejas porque piensan que dicho servicio no está realizándose correctamente. O, al menos, que el proceso último de reciclaje no es tal como debería ser. En realidad, y sin buscar culpables, lo cierto es que España suspense en el reciclaje de basura en los últimos años, aunque haya una mejoría. De hecho, aquí solo reciclamos el 29% de derechos urbanos.

    Esto se encuentra lejos del objetivo de la UE para este año: que se reciclen el 55% de los residuos. También de la media actual: en la Unión Europea se recicla el 45% de los desechos urbanos. Teniendo en cuenta los esfuerzos que está haciendo la Unión Europea durante los últimos años para promover la economía circular, como ya vimos en nuestro artículo acerca de la Economía Circular en la Unión Europea. Esto implica que nuestro país tiene mucho camino por recorrer en la gestión sostenible de sus desechos municipales.

    El sistema de reciclaje español puede mejorar. Pero sería injusto culpar únicamente a los organismos públicos. En esta tarea colectiva por proteger el medioambiente todos tenemos nuestra responsabilidad. También vecinos y empresas. Es más, estas últimas juegan un papel crucial a la hora de gestionar los residuos que genera. Sobre todo cuando se trata de empresas industriales.