Residuos tipo III

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    Residuos tipo III

    Los residuos tipo III, también conocidos como residuos sanitarios específicos de riesgo, son residuos sobre los que deben implementarse medidas de prevención en todas sus fases de tratamiento debido al potencial riesgo para la salud personal y pública que conllevan. Y eso implica medidas de seguridad en la recogida del residuo, en la manipulación del mismo, en el almacenamiento del mismo, en el transporte del mismo y en la eliminación del mismo. Veamos qué residuos concretos entran dentro de esta categoría.
     
     

    ¿Cuáles son los residuos tipo III?

    Como ocurre con los residuos urbanos o con los residuos industriales, los residuos sanitarios también se subdividen en categorías más pequeñas. En este caso, en las categorías de residuos sanitarios o infecciosos, residuos anatómicos, residuos de sangre y hemoderivados en forma líquida, residuos de agujas, residuos de cultivos de agentes infecciosos, residuos de restos de animales de centros experimentales y residuos de las vacunas con agentes vivos o atenuados. Todos ellos particularmente delicados.
     
     

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    Por qué es importante desechar correctamente los residuos tipo III

    Los motivos para desechar residuos tipo III conforme a lo establecido en la ley es tripe. Por un lado, se trata de una cuestión de salud pública. A fin de cuentas, todos los residuos que componen esta categoría tienen el potencial para provocar daños físicos, químicos o biológicos a las personas. Y por eso la gestión de residuos sanitarios tipo III resulta tan sumamente importante. Por otro lado, se trata también de una cuestión de salud medioambiental. Estos residuos podrían provocar daños en animales y ecosistemas.
     
    Y, por último, se trata de una cuestión legal. Después de todo, la peligrosidad de estos residuos ha llevado al desarrollo de normativas muy estrictas acerca de su gestión, así como de sanciones muy significativas. En el caso de gestiones deficientes las consecuencias pueden alcanzar el grado de delito. Y es que no estamos hablando de unos envases plásticos que se tiran en el contenedor que no corresponde. Estamos hablando de residuos de hospitales y laboratorios de investigación. Descubramos dónde deben depositarse.
     
     

    Dónde tirar los residuos tipo III

    El contenedor de los residuos tipo III es un contenedor rígido con una identificación externa, concretamente un logotipo internacional de los residuos biocontaminados acompañado de un texto que comunica «residuo de riesgo». Lógicamente, estos contenedores no se encuentran en mitad de las calles como pasa con los contenedores de residuos no peligrosos como el contenedor verde, el contenedor amarillo o el contenedor azul. En su lugar, se hallan instalados en los hospitales y centros de generación de residuos tipo III.
     
     

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    Gestión de los residuos sanitarios tipo III

    La gestión de los residuos sanitarios tipo III debe realizarse, como ya hemos mencionado previamente, con un cuidado máximo. Del mismo modo que ocurre con el resto de residuos, estos residuos también poseen su propio código LER, obligatorio para el transporte de los mismos desde los centros de producción a los otros espacios de tratamiento final. Es importante confiar en empresas profesionales que realicen toda la gestión con totales garantías de calidad. La salud pública depende de ello.
     
     

    Contenedor para residuos tipo III

    Los contenedores para residuos tipo III son contenedores especializados y, por tanto, solo están al alcance y a la disposición de los centros autorizados para producir estos residuos tan peligrosos. Unos centros que se dedican a formar a sus trabajadores acerca de dónde tirar los residuos tipo III y cómo hacerlo exactamente. Una formación que marca la diferencia. En cualquier caso, y si necesitas que una empresa experta realice las acciones de gestión, estaremos encantados.